En su primer año de ejecución, el proyecto INTERREG POCTEFA SOLPYR, diseñado para mejorar el conocimiento y la gestión sostenible de los suelos pirenaicos frente al cambio climático, ha logrado significativos hitos que marcan el inicio de una sólida colaboración transfronteriza. Gracias a la implicación activa de los socios del proyecto, entre los que destaca la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP), los avances realizados sientan las bases para la consecución de sus ambiciosos objetivos.

El año comenzó con la primera reunión de coordinación del proyecto, en la que se establecieron las prioridades estratégicas y se definieron las áreas de actuación prioritarias. Este encuentro permitió al consorcio coordinar esfuerzos, alinear las metodologías de trabajo y planificar las actividades iniciales, lo que ha facilitado un desarrollo eficiente del proyecto.

En noviembre, se celebró en Ax-les-Thermes el Primer Foro de Suelos de los Pirineos, un evento clave que reunió a expertos, gestores del territorio y responsables políticos para debatir sobre el estado actual de los suelos pirenaicos y sus retos frente al cambio climático. Durante el foro, las actividades incluyeron enriquecedoras salidas de campo edáficas a una zona de suelos restaurados en una estación de esquí cercana, donde se presentaron innovadoras técnicas de recuperación que demuestran la viabilidad de soluciones basadas en la naturaleza para la protección de los ecosistemas. Este foro fue un espacio único para el intercambio de conocimientos y experiencias entre los distintos actores implicados.

Asimismo, la Asamblea Anual de la Alianza de Suelos de los Pirineos (ASPir), que reunió a una amplia red de expertos y gestores, se consolidó como un punto de encuentro fundamental para fortalecer las colaboraciones y avanzar en la construcción de una visión compartida sobre la protección y gestión sostenible de los suelos pirenaicos. En este contexto, se destacó la importancia de coordinar acciones y promover la transferencia de conocimiento en toda la región.

Otro avance destacado fue la reunión de trabajo para desarrollar las principales líneas de acción del proyecto, centradas en:

Divulgación y sensibilización sobre la relevancia de los suelos como recurso esencial.
Información y datos sobre suelos, con la creación de herramientas para la cartografía y el análisis edáfico.
Evaluación de la degradación de suelos, abordando problemas críticos como la erosión y la pérdida de materia orgánica.
Gobernanza de los suelos a nivel de la biorregión pirenaica, una línea estratégica liderada por la CTP.

En particular, en el marco de la Acción 6: Gobernanza de Suelos, se lograron avances significativos en la elaboración del estado del arte sobre el conocimiento de los suelos pirenaicos, que incluye un diagnóstico exhaustivo sobre su biodiversidad, funciones y vulnerabilidades. Este trabajo será el punto de partida para la creación del Plan de Acción para la Protección de los Suelos Pirenaicos, un documento estratégico que guiará las políticas y acciones futuras en la región.

Gracias a estos avances, el proyecto ha reforzado su compromiso con la protección de los suelos, demostrando que la cooperación transfronteriza es una herramienta clave para enfrentar los desafíos del cambio climático. De cara al segundo año de ejecución, el proyecto continuará impulsando actividades de investigación, sensibilización y desarrollo de políticas, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad de este recurso esencial para los ecosistemas y las comunidades de los Pirineos.

En definitiva, SOLPYR está marcando un hito en la gestión integrada de los suelos de montaña, posicionando a los Pirineos como un referente en la lucha por la sostenibilidad y la resiliencia frente al cambio climático.