El cambio en el régimen de las precipitaciones y la modificación del calendario del deshielo, inciden en la capacidad de acumulación de los embalses destinados a la producción de energía hidráulica.
Las sequías del 2003, 2005, 2007 y 2012 provocaron disminuciones considerables de la producción de energía hidráulica tanto en la cuenca del Ebro como en la del Haute-Garonne.
La fusión anticipada de la nieve, a causa de las altas temperaturas, está anticipando el pico primaveral del caudal de los ríos pirenaicos. Esta situación a menudo provoca que se colme la capacidad de acúmulo de muchos embalses durante las épocas de lluvia.
Los cambios previstos en la nubosidad y contenido de vapor de agua atmosférico causados por el cambio climático, podrían derivar en un incremento de la radiación solar total, con efectos positivos en la producción de energía de origen solar.
La capacidad potencial de producción de energía fotovoltaica podría aumentar en un 10 % a mediados de siglo respecto a la capacidad actual.
No obstante, este incremento podría verse alterado por el incremento de las temperaturas, que afecta negativamente a los sistemas fotovoltaicos, y por los daños causados por evento meteorológicos extremos.
Los cambios previstos en el patrón de los vientos y la esperada reducción de su velocidad media en superficie (hasta un9% más lentos) podría reducir el potencial de producción de energía eólica en alrededor de -1 MWh/día respecto a los valores actuales durante el transcurso de este siglo.
Los inviernos cada vez más suaves y los veranos más calurosos y marcados por las olas de calor han provocado cambios en la estructura de la demanda energética para calefacción y refrigeración.
Es muy probable que en los próximos años aumente la demanda energética para cubrir las necesidades crecientes de enfriamiento en verano (picos de demanda).
Además, este aumento de demanda podría coincidir con el momento en que la capacidad de generar energía hidroeléctrica es más baja a causa de las sequías típicas de los meses de verano y de la demanda creciente de agua para otros usos (agricultura y consumo humano).
Si las olas de calor se hacen cada vez más frecuentes e intensas como prevén los principales modelos, los picos de demanda durante el verano podrían agudizarse y generar problemas de abastecimiento y conflictos con el sector agrícola.
Muchas de las infraestructuras energéticas y sistemas de transmisión y transformación de energía en ambas vertientes de los Pirineos están particularmente expuestas a los riesgos climáticos y a los riesgos naturales inducidos o potenciado por estos.
Avenida Nuestra Señora de la Victoria, 8
22.700 - Jaca
Huesca - España
+34 974 36 31 00
info_opcc@ctp.org