La construcción de edificios, carreteras, parkings etc. ha hecho que gran parte de la superficie se impermeabilice y, en consecuencia, la lluvia que antes se infiltraba en el suelo circula por escorrentía superficial en lugar de percolar. Esta alteración del ciclo natural del agua incrementa el riesgo de inundaciones al provocar una rápida concentración del agua precipitada, generando encharcamientos y estancamientos que pueden llegar a saturar las redes de alcantarillado. Además del problema de la cantidad de escorrentía que se genera, transporta contaminantes suspendidos que arrastra la lluvia de las superficies de los edificios, el trafico (como combustible, metales pesados...) y suspendidos en el aire.
En sistemas de drenaje con redes unitarias, donde se mezclan aguas fecales provenientes de las casas y las pluviales, los altos caudales hacen que la estación depuradora de aguas residuales, en ciertos eventos de lluvias, no sea capaz de tratar toda el agua que llega, teniendo que realizar un vertido sin depurar directamente al río.
LIFE NAdapta mejorará la gestión adaptativa del agua en la Comunidad Foral de Navarra. Entre las acciones, dentro de la C2.3 “Adaptación de las redes de alcantarillado urbano a través de la implementación de SUDSs”, se ha construido un prototipo de Sistema Urbano de Drenaje Sostenible (SUDS).
La implantación de este proyecto piloto desmostrará sus ventajas y viabilidad para la gestión de la escorrentía urbana, reduciendo la carga de contaminante, permitiendo la filtración en el sustrato del agua de escorrentía y protegiendo el sistema de saneamiento. Además, se minimizan los costes económicos en la gestión de pluviales , mejorarando el paisaje urbano y la biodiversidad.
» Estudiar los beneficios de los SUDS tanto en términos de volúmenes de escorrentía gestionados in situ como respecto a la reducción en la presencia de contaminantes de ésta.
» Laminar el agua durante episodios de lluvia intensa.
» Reducir el caudal a tratar en la depuradora con el consiguiente ahorro energético.
» Reducir la probabilidad de alivios.
» Favorecer la infiltración de lluvia.
» Establecer una relación entre parámetros físico-químicos de fácil determinación (sólidos en suspensión) y la concentración de metales pesados en las aguas de escorrentía.
» Establecer una relación entre las precipitaciones y los volúmenes de agua de escorrentía generados, así como con los aliviados y su calidad.
El proyecto actualmente está en fase de monitorización y estudio. Se han instalado diferentes equipos de medición de nivel, caudal y pluviometría. Hasta el momento, se han realizado muestreos de escorrentía y suelo, previos y posteriores a la instalación del prototipo para estimar las mejoras cualitativas y cuantitativas.
De esta manera, se espera:
» Una reducción en los alivios así como la reducción de la presencia de contaminantes en estos (bolsas de plástico, envoltorios, colillas…).
» Dosificar la escorrentía que se genera, aumentando el tiempo que necesita la red para colapsarse por exceso de caudal (por ejemplo, con fuertes lluvias).
Concretamente, el proyecto ha permitido drenar 3.983 y 2.293 m2, distribuidos en dos zonas. Además, se espera una reducción del caudal a tratar en la depuradora con el consiguiente ahorro energético, laminación del agua y menor riesgo de inundaciones.
Caso desarrollado e implementado y parcialmente financiado como una medida de adaptación al cambio climático
NILSA y la Universidad Pública de Navarra (UPNA)
NILSA y la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
Factores de éxito:
Hasta la fecha, el campus contaba con colectores separativos del agua residual y pluvial, que finalmente confluían en un único colector unitario, lo que suponía que tanto el agua de lluvia como las aguas residuales procedentes de los hogares se mezclaban y terminaban en la depuradora. Por tanto, esta situación supone que una gran cantidad de agua de lluvia termine depurándose sin necesidad, ya que podría infiltrarse en el terreno en perfectas condiciones. La solución óptima pasa por construir redes separativas en el alcantarillado, que diferencien entre el agua residual (y la conduzcan a la depuradora) y el agua de lluvia (que no debe ser depurada). Sin embargo, si la pluvial se infiltra en el terreno allí donde cae, precisamente a través de SUDs como este en Tudela, esta segunda parte no se hace necesaria.
El coste ha sido de 79.104 euros (sin IVA), que han sido financiados al 40% con el canon de saneamiento, que NILSA gestiona y todos los contribuyentes pagan a través del recibo del agua, y al 60% por el programa LIFE NADAPTA de la Unión Europea.
Se trata de una acción enmarcada en el proyecto europeo LIFE NADAPTA.
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