Según la Carta Mundial de Suelos (FAO, 2015), “los suelos saludables son un requisito previo básico para satisfacer las diversas necesidades de alimentos, biomasa (energía), fibra, forraje y otros productos, y para garantizar la prestación de los servicios ecosistémicos esenciales en todas las regiones del mundo. Sin embargo, la humanidad se enfrenta a presiones sin precedentes sobre el recurso suelo. En particular, diversos tipos de degradación -incluyendo el sellado debido a la rápida urbanización- está haciendo pagar un elevado costo, amenazando la seguridad alimentaria y el equilibrio ecológico. Con los Objetivos de Desarrollo Sostenible actualmente en estudio y a punto de ser implementados, es fundamental garantizar un manejo sostenible de los suelos con el fin de que estos objetivos puedan convertirse en realidad.”

La Alianza Mundial por el Suelo se estableció en diciembre de 2012 como un mecanismo para poder interactuar con los actores sociales, y mejorar la colaboración y sinergia de esfuerzos entre las partes interesadas. Desde usuarios del terreno a políticos, uno de los objetivos clave de la AMS es mejorar la gobernanza y gestión sostenible de los suelos.

La AMS se subdivide en alianzas regionales (continentales), estatales o de zonas geográficas homogéneas, como por ejemplo la Convención Alpina de Suelos  la cual ha planteado un Protocolo de Conservación de Suelos, aún sin implementar. Aducen que aunque existen protocolos semejantes ampliamente implementados en las legislaciones nacionales, es necesario un instrumento armonizado a escala de todo el macizo.

Parece evidente que una Alianza de Suelos de los Pirineos sería un instrumento muy útil para poder armonizar políticas y actuaciones en los Pirineos entre los 3 estados, para promover la conservación del suelo y mantenimiento de su calidad, coordinar y compartir experiencias de gestión sostenible de suelos, y asegurar o aumentar el secuestro de carbono. Estos objetivos están recogidos en la reciente misión de la UE “Salud del suelo y alimentación” (Soil health and food) y su publicación: “Cuidar los suelos es cuidar la vida” (Caring for soils is caring for life).

La comunidad científica ha reconocido que el cambio climático repercute de manera considerable en el suelo y particularmente en su capacidad para fijar carbono atmosférico. Los eventos climáticos extremos como las sequías, olas de calor, incendios o precipitaciones extremas exacerban el estado de salud de los suelos, afectando su capacidad de fijar el CO₂ del aire (IPCC, 2014; EEA 2016).   A su vez, los cambios en el uso de la tierra y el suelo pueden acelerar o ralentizar el cambio climático, mejorando o empeorando la capacidad de los suelos para fijar el carbono del aire. Sin unos suelos sanos y sin una gestión sostenible de este recurso fundamental, no podemos abordar la crisis climática, producir suficientes alimentos ni adaptarnos a un clima en continuo cambio. Para aunar esfuerzos en el objetivo común de preservar los suelos pirenaicos también frente al cambio climático, una Alianza de suelos de los Pirineos podría ser el instrumento idóneo.

Desde inicios del 2020, el grupo precursor de esta Alianza protagonizado por investigadores de todo el territorio del macizo, prepara los primeros pasos para lanzar la iniciativa. Tras varias reuniones internas, se lanzó una encuesta a los principales agentes del territorio, dirigida a identificar el interés de esta iniciativa. Una vez identificados los agentes, se organizó un workshop de trabajo en el que participaron 54 personas de ambos lados de la frontera, donde se presentó el borrador de un documento de adhesión para la futura Alianza de Suelos de los Pirineos.

Aquí podrás descargarte:

• el orden del día de la jornada de trabajo y las 2 presentaciones: presentación de la FAO y presentación de la ASPir 
• el acta del workshop del día 16/10/2020
• el documento de adhesión a la Alianza de suelos de los Pirineos para  particulares y organizaciones.

Invitamos a todas aquellas entidades interesadas en adherir a la ASPir  a que envíen el documento de adhesión firmado antes del 31 de enero del 2021 a la dirección de correo elecrónico contact@ctp.org.  

Desde la CTP agradecemos la participación de todos los asistentes al workshop, y os invitamos a adherir a esta interesante iniciativa en favor de la protección de uno de nuestros recursos naturales más preciados, el suelo.