En su primer año de ejecución, el proyecto INTERREG POCTEFA SOLPYR, diseñado para mejorar el conocimiento y la gestión sostenible de los suelos pirenaicos frente al cambio climático, ha logrado significativos hitos que marcan el inicio de una sólida colaboración transfronteriza.
En los últimos años, los esfuerzos para evaluar y mitigar los efectos del cambio climático (CC) en los Pirineos han sido considerables, especialmente en áreas como los recursos hídricos, la nieve, los bosques y la flora. Sin embargo, aún queda un importante déficit en el seguimiento y evaluación de la fauna, uno de los componentes más vulnerables del ecosistema pirenaico.
Los bosques de los Pirineos, ecosistemas clave para la mitigación del cambio climático a través del almacenamiento de carbono, la regulación de los flujos hídricos y el mantenimiento de la biodiversidad, están experimentando un aumento significativo en su vulnerabilidad debido a los efectos acelerados del cambio climático.
La degradación del suelo es una amenaza socioambiental compleja, que generalmente se manifiesta a través de múltiples mecanismos simultáneos que permanecen en gran medida desconocidos en Europa.