Lucha contra la multidegradación del suelo en los Pirineos

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Lucha contra la multidegradación del suelo en los Pirineos

  • 15 May

La degradación del suelo es una amenaza socioambiental compleja, que generalmente se manifiesta a través de múltiples mecanismos simultáneos que permanecen en gran medida desconocidos en Europa. La revista Nature publicó recientemente un estudio sin precedentes sobre la multidegradación de las tierras agrícolas y cultivables europeas en 40 países, en el que se enumeran las doce amenazas principales que afectan a la salud del suelo. Las bases de datos han sido utilizadas para modelizar las interrelaciones e interacciones de los múltiples factores que afectan a la degradación del suelo y, en última instancia, para construir un índice multifactorial europeo de degradación del suelo («LMI», por sus siglas en inglés). Los resultados son claros.

Desde el OPCC nos pareció importante compartir los resultados de esta investigación y extraer información sobre la biorregión pirenaica. Tal y como afirman los autores de esta investigación, «estos resultados permitirán a los responsables políticos desarrollar estrategias basadas en el conocimiento para mitigar la degradación del suelo y alcanzar otros objetivos clave del desarrollo sostenible europeo». Esta investigación proporciona una base sólida para complementar el trabajo que se está llevando a cabo actualmente en los Pirineos, y abre el camino para que afloren proyectos europeos de protección y conservación del suelo.

A continuación se exponen algunos puntos clave:

 

Los suelos europeos, «multidegradados» por las actividades humanas

 

Utilizando un enfoque sinérgico, el estudio examina la coocurrencia (presencia simultánea) de cinco grandes procesos de degradación (erosión hídrica, salinización del suelo, pérdida de carbono orgánico del suelo, degradación de la vegetación y aridez). Según el reciente informe de la Misión «Un pacto por el suelo para Europa», se calcula que entre el 60% y el 70% de todos los suelos de la UE se encuentran en mal estado debido a las prácticas actuales de gestión, la contaminación, la urbanización y los efectos del cambio climático. La UE ha situado la necesidad de contar con suelos sanos en el centro del Pacto Verde Europeo para lograr la neutralidad climática, la contaminación cero, el suministro sostenible de alimentos y un medio ambiente resiliente.

La contaminación por plaguicidas y metales pesados se identifica como uno de los factores más importantes, como señalan los investigadores: «los resultados revelaron que la contaminación del suelo por plaguicidas tiene la mayor huella espacial a nivel continental», representando casi el 52% de la superficie agrícola de los países estudiados, un porcentaje equivalente a 1,1 millones de km2. Francia es uno de los países más afectados por este tipo de contaminación.

 

« El punto caliente en términos de porcentaje de procesos simultáneos es España » 

Parece que son muchos los factores que contribuyen a la degradación del suelo en una misma zona. España es, con diferencia, el país más afectado por estos fenómenos de co-ocurrencia: «el punto caliente en términos de porcentaje de procesos simultáneos (LMI clases 4 y 5 combinadas, donde 4 o incluso 5 factores se expresan simultáneamente) es España (~30% de la superficie agrícola nacional)». La aridez, la desertificación y la degradación de los suelos debida al cambio climático antropogénico son constantes ibéricas. Cabe señalar que, a diferencia de la desertificación, que es un proceso natural de expansión de los desiertos por causas geomorfológicas y climáticas, la desertización es un proceso complejo de degradación del suelo en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, por múltiples factores, en los que la acción humana tiene gran parte de responsabilidad. El aumento de la desertificación implica la desaparición gradual de la capa fértil del suelo, lo que se traduce en tierras cada vez menos productivas. Si bien esta situación se da de manera generalizada en toda la península Ibérica, el proceso de desertización está menos presente o al menos resulta menos perceptible en la biorregión pirenaica. La situación en el noreste de España, en Cataluña y el litoral mediterráneo, es más alarmante: los suelos de estas zonas combinan cinco factores de degradación diferentes a niveles significativos (combinación de procesos I: Erosión del agua + Contaminación del suelo por plaguicidas + Contaminación del suelo por metales pesados + Disminución de las aguas subterráneas + Aridez). Estos análisis siguen teniendo limitaciones significativas, como la omisión de muchos procesos específicos importantes y la mezcla de diversos factores biofísicos y socioeconómicos en la degradación del suelo, como la presión turística sobre los senderos de montaña.


Patrón espacial de la multidegradación del suelo en Europa.
© Prăvălie, R., Borrelli, P., Panagos, P. et al. A unifying modelling of multiple land degradation pathways in Europe. Nat Commun 15, 3862 (2024). https://doi.org/10.1038/s41467-024-48252-x
Descripción: a Distribución espacial de los valores LMI (número de procesos co-ocurrentes) en paisajes agrícolas. b Histograma de los valores LMI para tierras agrícolas europeas. c Número medio de procesos co-ocurrentes en entornos agrícolas en países continentales. d Distribución espacial de los valores LMI en paisajes cultivables. e Histograma de los valores LMI para tierras cultivables europeas. f Número medio de procesos co-ocurrentes en entornos cultivables en países continentales.
LMI significa Índice de Multidegradación del Suelo. El gris claro resalta las tierras no agrícolas/no cultivables, mientras que el gris oscuro indica los países (enmascarados) con datos incompletos (9-10 capas de entrada de 12) para la modelización del LMI.

 

SOLPYR, el compromiso de los Pirineos con la protección del suelo

 

Una vez más, las pruebas científicas exigen una rápida (re)actuación para preservar un recurso vital para nuestro suministro de alimentos, el almacenamiento y la depuración del agua, la gestión del riesgo hídrico, la preservación del hábitat y la biodiversidad, entre otros muchos servicios ecosistémicos que prestan los suelos. Tal y como concluyen los autores en este estudio, «en Europa es esencial un enfoque de modelización múltiple de la degradación del suelo. Este enfoque puede resultar crucial para la aplicación de diversas medidas relacionadas con la agricultura, el clima y el desarrollo sostenible». A raíz de este estudio, los trabajos que se están llevando a cabo en el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC), el OPCC y los socios del proyecto Interreg POCTEFA SOLPYR generarán el primer mapa de los suelos pirenaicos y elaborarán un plan de acción transfronterizo para la conservación y protección de los suelos del macizo. El cambio climático y la presión ejercida por las actividades de montaña repercuten directamente en la salud de los suelos, y los Pirineos están lejos de librarse de ello. La primera reunión de SOLPYR tuvo lugar en Tremp los días 29 y 30 de abril, donde los distintos socios pudieron intercambiar métodos de trabajo y realizar estudios de suelos, esenciales para comprender los problemas específicos de los suelos pirenaicos.


Explicaciones sobre un monolito de suelos durante la reunión de lanzamiento del proyecto SOLPYR. © ICGC

Romane Baze

 

Fuentes:

Prăvălie, R., Borrelli, P., Panagos, P. et al. A unifying modelling of multiple land degradation pathways in Europe. Nature Commun 15, 3862 (2024). https://doi.org/10.1038/s41467-024-48252-x 

Moreau, Z., “Pesticides, aridité, métaux lourds, érosion… Les sols agricoles européens sont “multi-dégradés”, Dossier Biodiversité, publié le 11 mai 2024, Libération. Article consulté le 13 mai 2024.

Los enlaces de la vida (blog), “¿Cuál es la diferencia entre desertización y desertificación?”. Disponible aquí: https://losenlacesdelavida.fundaciondescubre.es/que-es-la-biodiversidad/preguntas/cual-es-la-diferencia-entre-desertizacion-y-desertificacion/

 

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